lunes, mayo 14, 2007

Una matanza que ya no es novedad en Estados Unidos


La masacre de virginia Tech ocurrió el 16 de abril del 2007 en el instituto politécnico y Universidad estatal de Virginia, en la cual murieron 33 personas, más el asesino quien es Cho Seung-hui, además de 29 heridos. Lo que es preocupante ya que no es el primer episodio de este tipo que sucede en Estados Unidos.
En esta misma Universidad, el año pasado, tuvo lugar otro enfrentamiento entre el joven de 24 años Willliam Morva, de 24 años, y la policía, que se saldó con la muerte de un agente. En la persecución posterior, el perseguido mató a tiros a otro agente. Éstos son algunas de las masacres más representativas de los últimos años:
Años antes, en 1992, un hombre mató a un profesor y tres alumnos en un colegio de secundaria de Olivehurst (California), donde mantuvo como rehenes a un grupo de personas durante más de ocho horas.
El 1 de octubre de 1997, un joven de 17 años asesinó a su novia y a una compañera de clase en el colegio de enseñanza superior de Pearl, en el estado de Mississipi tras matar a cuchillazos a su madre.
Aunque quizá la matanza más famosa se produjo el 20 de abril de 1999. Dos estudiantes de 17 y 18 años, Eric Harris y Dylan Klebold, armados con un fusil de asalto, dos escopetas y un revólver, mataron a 13 personas e hirieron a otras 23 en la escuela de Columbine, en Littleton (Colorado), antes de suicidarse. Estos hechos fueron retratados en el documental de
Michael Moore , Bowling for Columbine.
Después, ha habido otros casos como el de Mount Morris TownShip (Michigan), en el que un niño mató de un balazo a una compañera de primaria con una pistola que sustrajo de su casa, el 1 de marzo de 2000.
Más recientemente, el 3 de febrero de 2004, un alumno de 14 años murió degollado en una escuela de secundaria de Miami (Florida). El acusado era Michael Hernández, otro adolescente de 14 años.
El 21 de marzo de 2005 en Minesota tuvo lugar otra gran matanza. Allí, un estudiante de secundaria, de 17 años, asesinó a diez alumnos de un instituto, después de acabar con la vida de sus abuelos. Posteriormente, atacó su escuela de Red Lake, en la reserva india de Ojibwe, donde mató a cinco compañeros y dos adultos antes de suicidarse.
El 27 de septiembre del año pasado, un hombre tomó como rehenes a seis niñas en una escuela de Bailey (Colorado) y violó a una de ellas antes de suicidarse. Y el 2 de octubre de este mismo año, un adulto asaltó una escuela de la comunidad Amish en Pensilvania, mató a tiros a cinco niñas y a continuación, se suicidó.
La matanza de este año acabo con la vida de 32 personas, la más multitudinaria de un negro episodio que ya se ha repetido demasiadas veces en Estados Unidos. Lo que a mi respecta, tantos episodios de matanzas en Estados Unidos, talvez se deba a la libertad de expresión que tiene este país, que de hecho, lo encuentro positivo para destacar, pero talvez hasta cierto punto, ya que estos asesinos mencionados anteriormente, sintieron la autoridad de hacer lo que ellos quisieran con sus victimas y le quitaron el derecho a la vida o las hirieron, lo que encuentro un delito horrible, ya que nadie esta sobre el otro y hay que aprender a vivir con todo tipo de personas, porque todos vivimos en el mismo lugar llamado planeta tierra.