miércoles, octubre 25, 2006


La Espiritualidad Ignaciana

La espiritualidad Ignaciana
es la manera, el modo, como Ignacio hizo suyo "el camino cristiano", camino original y fundante. El cómo Ignacio vivió el Evangelio se transforma en paradigma de la Espiritualidad Ignaciana. Los ignacianos(as) experimentan el Evangelio con la matriz que Dios usó con Ignacio.Rasgos fundamentales1. Primacía Absoluta De Jesucristo: Seguimiento Personal De Jesús.Para Ignacio era claro que solamente Jesucristo puede exigir de la persona una fidelidad absoluta, y solamente El puede convertirse en sentido absoluto de una vida entregada.Ignacio experimenta a un Cristo que invita a seguirlo personalmente para trabajar con El, para vivir como El, para servir y amar como El, para ser tratado como El y compartir su suerte. En síntesis, estamos invitados a compartir con Jesús su propio destino, sentido y misión. Nos convertimos en "compañeros" y a la vez en "discípulos" de Jesús. Esta sintonía con su suerte es compartir su misión, la cual implica ponerse al servicio liberador del Reino. En el se encuentra el sentido y plenitud de la existencia humana.Esta primicia se refleja también en nuestra relación personal y comunitaria con el Señor. No vamos en pos de ideas, teorías o valores, sino en pos de una persona. De aquí que nuestra vida de oración no es un agregado del que podríamos prescindir; es la vida misma del Espíritu en nosotros, es la comunicación con una persona. Ignacio busca conocer internamente al Jesús Histórico, lo que El hizo y dijo para seguirlo. De aquí su interés por ir a Jerusalén.Identificarse con supone actuar al estilo de Jesús, estar dispuesto a desear y actuar según su estilo frente a la riqueza, al poder, a las personas, a la estima, etc.2. El ServicioEl seguimiento de Jesús se expresa en el servicio concreto. El ignaciano busca los medios prácticos para realizar lo que Jesús quiere: la construcción del "Mundo Nuevo" (la hermandad, la justicia, la autenticidad de cada vida, en una palabra el Reinado de Dios). No teme ensuciarse las manos por amor a los demás. Está dispuesto a seguir a Jesús en las cosas pequeñas del diario vivir y en las opciones grandes de la vida. Su único deseo es servir en todo al bien de la humanidad y así dar gloria a Dios.3. "Sentir Con La Iglesia"El seguimiento de Jesús se realiza al interior de esa gran comunidad que prolonga la presencia del Señor por medio del su Espíritu. La fidelidad y el amor por la Iglesia caracterizaron la persona de Ignacio, porque este era un modo concreto de ser fiel a Jesús, y no por un simple motivo de eficacia, sino por una aceptación profunda del misterio de la Encarnación; Dios mismo que se hace hombre y deja a otros hombres y comunidades la tarea de seguir predicando el Evangelio.Este sentir con la Iglesia brota también de nuestro propio ser Iglesia; nuestra vocación es vivir en comunidad, es construir esa Iglesia real en la que nos desarrollamos. Significa aceptar con alegría y con creatividad lo que los Pastores nos proponen; significa hacernos responsables de la vida de nuestra Iglesia.Dentro de esta vida de Iglesia adquiere especial relevancia la celebración de la Eucaristía. En ella somos Iglesia, comunidad, en ella celebramos comunitariamente nuestra fe.4. Espiritualidad De DiscernimientoVivir el discernimiento significa la búsqueda constante de la voluntad de Dios sobre mí, sobre la comunidad y sobre la Iglesia misma. Es la actitud básica del que inquiere en los signos de los tiempos lo que en ellos hay de comunicación de Dios.Espiritualidad de discernimiento quiere expresar una vida atenta a las manifestaciones del Espíritu que nos guían a la Verdad. Esto es algo esencialmente dinámico, es aceptar que lo único absoluto es Dios y que las formas en que vamos viviendo nuestra existencia deben ir adecuándose constantemente (formas o estilos personales de vida, trabajo, vida comunitaria, etc.), en vista de la realización cada vez más acabada de nuestro ideal.Discernir supone un hombre y una mujer libres, sinceros consigo mismo y sin apegos que suponen lastres. Es tener la valentía de poner la vida ante el Señor para dejarse transformar, convertir. Es un proceso de reconocimiento de todo aquello que en nosotros traba nuestra entrega a Dios y a los demás. 5. El "Magis" ( El "Más")Algo constante en los escritos de San Ignacio es su insistencia en el "más": "el mayor servicio", "el mayor bien", "la mayor utilidad", "el bien más universal", "la mayor necesidad a la que atender", etc. Son todas expresiones que muestran una actitud básica: el no a la mediocridad y el sí a aquello que nos presente el mayor desafío en cualquier área de nuestra vida. Sin embargo, todo lo anterior, lo hacemos por amor a Dios y no por “choreza” personal o comunitaria.Evidentemente no es fácil saber a priori en toda circunstancia y persona que significa esto en concreto; el discernimiento es la herramienta adecuada para buscarlo, ya que nos ayuda a ponderar los diversos elementos a tener en cuenta.6. Contemplación En La AcciónCon esta frase definiría Jerónimo Nadal, uno de los primeros compañeros de Ignacio, la manera en que éste había vivido. Eso nos quiere decir que la acción debe llevarnos a un descubrimiento mayor del Señor presente en los acontecimientos (es la contemplación) y la vida de oración debe llevarnos naturalmente a una entrega y a un servicio mayor. Significa, en palabras de Ignacio, "encontrar a Dios en todas las cosas y a todas las cosas en El". Es la disposición del que se abre a la presencia de Dios en cada situación concreta.7. Tomar En Serio Los Bienes Y Riquezas Personales Y De La CreaciónEsto significa ver la creación como dones que el Señor ha dado al hombre y a todo hombre (cf. Principio y Fundamento de los Ejercicios). Aquí insiste Ignacio en la libertad frente a los mismos, usándolos o no si nos ayudan a nuestro fin existencial.El ignaciano es alguien profundamente libre frente a las cosas creadas, sabiendo que todas son medios que han de usarse o no viendo que es el mayor servicio de Dios y de los hombres.Esto quiere decir también tomar en serio mis talentos personales y desarrollarlos al máximo, sabiendo que me han sido dados no solamente para mí, sino también para el servicio de los demás. Así adquiere especial relevancia la formación personal en todas las áreas, como preparación para un servicio de calidad.La situación de los desheredados de la tierra, por otra parte, también debe interpelarnos sobre el uso y disposición que hacemos de los bienes a nivel personal y social.Es necesario que la opción por los pobres sea asumida en profundidad. Sólo siguiendo el caminar tranquilo y pobre de Jesús podremos crecer en este aspecto de nuestra espiritualidad.
By Sergio pastene